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Mirta Plá

Mirta Pla

Su debut profesional tuvo lugar en 1953 como miembro del Ballet Alicia Alonso, hoy Ballet Nacional de Cuba, compañía de la cual fue Primera Bailarina hasta 1992. Como primera figura del ballet cubano actuó en numerosos países de América, Europa y Asia.

Su repertorio incluyó los roles protagónicos de las principales obras del repertorio romántico-clásico, así como creaciones contemporáneas de coreógrafos cubanos y extranjeros. Ha sido, también, artista invitada del Teatro Griego de Los Ángeles (1957-59) y del Ballet Celeste de San Francisco (1957), Estados Unidos; del Ballet de la Opera de Budapest (Hungría, 1971), la Compañía Nacional de Danza de México (1975-80), el Festival Internacional de Ballet de Trujillo (Perú, 1979) y del Ballet del Teatro Nuevo de Turín (Italia, 1989).

Valiosa faceta de su carrera artística ha sido su labor pedagógica, la que ha desplegado de forma paralela a su desempeño como intérprete.

En 1957 inició el trabajo profesional en la Academia de Ballet Alicia Alonso, centro donde se gestó el método pedagógico de la hoy mundialmente reconocida escuela cubana de ballet.

En 1961 fue fundadora de la Escuela Nacional de Arte, donde se desempeñó además como profesora hasta 1968. Labor que ejerció nuevamente en la década de los años 80.

En 1962 recibió la categoría de maître en el Ballet Nacional de Cuba, jerarquía que ostenta en la actualidad.

De 1968 a 1979 se desempeñó como profesora en la Escuela Provincial de Ballet de La Habana.

A partir de 1975 su trabajo como maître se hizo extensivo al plano internacional, al integrar los equipos técnicos del Ballet Nacional de Cuba que mediante Convenio Oficial han brindado asesoría al movimiento danzario de México. Su trabajo en ese país ha incluido la organización de los planes metodológicos en las diferentes Escuelas del Sistema Oficial de Enseñanza y en la compañía profesional, así como los montajes de importantes obras del repertorio.

En la década del 70, a petición de la Dirección de Enseñanza Artística del Ministerio de Cultura integró la Comisión de Especialistas, que tuvo a su cargo los Planes de Perfeccionamiento de la enseñanza del ballet en Cuba.

En 1983 fue Maître Asistente de Alicia Alonso durante el montaje de la versión coreográfica de La bella durmiente, realizada por la prima ballerina assoluta y coreógrafa cubana, para el célebre Teatro alla Scala de Milán, Italia.

En Cuba su trabajo pedagógico se ha hecho extensivo a otras importantes agrupaciones danzarias como el Ballet de Camagüey, segunda compañía profesional de ballet del país y al Teatro Musical de La Habana.

En 1985 integró la Comisión de Especialistas que tuvo a su cargo la elaboración de los Planes de Estudio y propició el surgimiento de la Facultad de Arte Danzario del Instituto Superior de Arte de Cuba (ISA) institución que le confirió el título de Profesor Titular Adjunto.

En 1989 se desempeñó como maître y Profesora del Teatro Nuevo de Turín, Italia, junto a figuras tan destacadas del ballet italiano como Paolo Bortoluzzi, Luciana Savignano y otros.

Además de sus actividades como maître del Ballet Nacional de Cuba, ha desempeñado las funciones de Presidenta de la Comisión de Especialistas de la Facultad de Arte Danzario del ISA, Profesora de Metodología del Ballet en dicha Institución.

Ha sido maître Invitada del Curso Internacional de Pedagogía de la Danza de Banyoles, del Ballet Nacional de España, de la Facultad de Danza del Instituto del Teatro de Barcelona, el Ballet de Euzkadi, la fundación de Danza Alicia Alonso y otras instituciones danzarias de España.

Por su destacada labor artística se ha hecho acreedora de importantes galardones, tanto nacionales como internacionales, entre los que figuran: Medallas de Plata en los Concursos Internacionales de Ballet de Varna, Bulgaria, en 1964 y 1966; Premio Estrella de Oro y Mención Especial en el VIII Festival Internacional de la Danza de París, en 1970; Medalla y Diploma en el Festival de Laureados «Katia Popova». Pleven,Bulgaria, en 1972; Distinción «Por la Cultura Nacional» otorgada por el Ministerio de Cultura de Cuba, en 1981; Distinción «Raúl Gómez García», otorgada por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, en 1982; Medalla «Alejo Carpentier», otorgada por el Consejo de Estado de la República de Cuba, en 1984; Diploma de Honor por la labor ininterrumpida en la enseñanza del arte del ballet, otorgada por el Ministerio de Cultura de Cuba, en 1988; Medalla «Fernando Ortíz», otorgada por la Academia de Ciencias de Cuba, en 1988; la medalla al Mérito Danzario del Consejo de la Danza, en 1990; el Premio Anual del Gran Teatro de La Habana, en 1992, y el Doctorado Honoris Causa en Arte, otorgado por el Instituto Superior de Arte, en el 2000. En abril del 2003 recibió junto a Loipa Araujo, Aurora Bosch y Josefina Méndez, el Premio Nacional de Danza que otorga el Ministerio de Cultura, el Consejo de las Artes Escénicas y la Unión de Escritos y Artistas de Cuba.